sábado, 28 de agosto de 2010

Málaga cayó ante el Valencia en el debut liguero.

Rondón jugo los 90 por los malagueños.
La temporada posterior a la venta de Silva y Villa comenzó para el Valencia con Joaquín al mando. Como si además de heredar el número de Villa también hubiera heredado los galones, en La Rosaleda el gaditano hizo dos goles y fue el de sus mejores tardes, encarando, pasando y llegando al área rival. El extremo amargó el estreno liguero al Málaga del jeque Al-Thani, en el que el mejor fue Quincy, que dejó algunos detalles para el optimismo. Arrancó la Liga el Valencia con una victoria merecida, por ocasiones y por insistencia ante la portería rival.

El Málaga igualó el partido antes del descanso e incluso pudo ponerse por delante al inicio del segundo acto, en un cabezazo de Rondón que salvó César. Fue tras una buena maniobra de Quincy, un jugador veloz y hábil, al menos por lo mostrado frente al Valencia. Esa ocasión fue lo más cerca que estuvo el Málaga de la victoria, porque antes y después el Valencia exigió mucho más a Arnau que el Málaga a César. Sin excesivo brillo, los de Emery se impusieron.

Aduriz adelantó a su equipo pronto, antes de los diez minutos. El Valencia ya había rondado el gol cuando Banega sacó un córner y Aduriz, uno de los mejores cabeceadores del campeonato, remató de esa manera a gol, adelantándose a Iván González con su potencia habitual. Continuó el Valencia de la misma forma pese a ir por delante. Mandando y buscando la meta de Arnau, ante un Málaga al que le costó un buen rato salir de su campo. Lo hizo por primera vez con peligro en una galopada de Quincy, que se recorrió más de medio campo, pero a su centro no llegó Rondón.

Se animó el Málaga, pero no parecía peligrar el partido para el Valencia, que tuvo el segundo en las botas de Mata. Joaquín sirvió un pase excelente y el campeón del mundo no supo definir ante Arnau, que le tapó bien. Sin embargo, en la recta final de la primera parte se estiró el Málaga y puso al Valencia en un aprieto. Eliseu lanzó una falta, Sebas Fernández puso el pie y César no llegó al balón. Al Valencia se le complicó el choque a balón parado y se le pudo poner en japonés con el cabezazo de Rondón, pero ahí estaba César.

Reaccionó el Valencia de forma inmediata. Aduriz se estrelló con Arnau tras un gran control después de un pase largo. Los centrales chocaron entre sí y Aduriz sacó ventaja, pero no pudo con el meta. El partido se abrió y hubo más espacios. De ello sacó provecho el Valencia, que siguió teniendo ocasiones. A Mathieu se le escapó por un palmo una volea. Tuvo que aparecer Joaquín para derribar a Arnau, que tuvo en su propia defensa a un enemigo. El eslalon del extremo del Valencia terminó con un disparo que tocó Iván González para despistar a su propio portero.

Cinco minutos después, el propio Joaquín dejó todo finiquitado al finalizar con un disparo cruzado una buena jugada colectiva del Valencia. Jordi Alba inició la acción, Aduriz la acomodó y Joaquín cruzó. Rápido, bonito y efectivo. Aún rondó el Valencia el cuarto ante un Málaga entregado, en el que lo mejor lo dejó Quincy. Al proyecto liderado desde el banquillo por Jesualdo Ferreira aún le queda camino.

Cortesía: marca.com

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